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Mediante la técnica de haces de electrones, se puede tratar agua contaminada con residuos, generalmente procedentes de la industria, que no pueden ser eliminados con métodos tradicionales sin generar otros residuos.
En este proceso, un acelerador de electrones genera un haz de electrones capaz de ionizar moléculas de agua, con lo cual se generan radicales activos que reaccionan con los contaminantes orgánicos nocivos presentes en las aguas residuoales. A continuación, estos contaminatnes se degradan y se convierten en formas químicas más sencillas que pueden tratarse más fácilmente por métodos tradicionales.

En junio de 2020, se inauguró en China la mayor instalación del mundo que tiene la capacidad para el tratamiento 30 millones de litros de aguas residuales indsutriales al día mediante haces de electrones. Este proceso permitirá ahorrar anualmente 4.500 millones de litros de agua dulce, cantidad sufienciente para saciar la sed de 100.000 personas al año.
Existen más instalaciones de este tipo como son:

En la industria textil de China, principal productor mundial del sector, tradicionalmente se han empleado productos químicos para tratar aguas residuales que contienen, por ejemplo, colorantes industriales, cuyas moléculas, largas y complejas, no pueden descomponerlas, o almidón, ácidos, sales y detergentes. Sin embargo, dado el fortalecimiento de las políticas de protección ambiental, la industria está recurriendo a esta tecnología que ofrece un método de tratamiento de aguas residuales muy eficiente, respetuoso con el medio ambiente y con menos costes ya que permite ahorrar tiempo en el tratamiento y no se generan residuos secundarios ya que sí puede eliminar esas moléculas.