Contaminación costero-marina: qué es, cómo se produce y cómo se combate

La contaminación marina, a diferencia de la contaminación del agua en general, se centra en los productos creados por el ser humano que entran en el océano. A pesar de que el agua de los océanos cubre más del 70% de la Tierra, solo en las últimas décadas se ha empezado a comprender de qué manera esta hábitat acuáticio se ve afectado por la actvidad humana.

Los estudios llevados a cabo en los últimos años demuestran que la degradación, especialmente en las zonas costeras, se ha acelerado notablemente en los últimos tres siglos, a medida que han aumentado los vertidos industriales y la escorrentía procedente de explotaciones agrarias y ciudades costeras.

Un amplio abanico de contaminantes (microplásticos, sutancias nocivas, contaminación lumínica, etc.) afecta a los ecosistemas marinos. Solo un ejemplo, los plásticos suponen el 95% de los residuos del Mar Mediterráneo, cuya contaminación acapara la más alta densidad de microplásticos flotantes en sus aguas.

Debido a la inmensidad y profundidad de los océanos, se creía que se podrían utilizar para verter basura y sustancias químicas en cantidades ilimitadas sin que esto tuviera importantes consecuencias e incluso los partidiarios de continuar con los vertidos tenían un eslogan: "La solución a la contaminación es la dilución". En la actualidad, basta con fijarse en la zona muerta del tamaño del estado de Nueva Jersey (o la Comunidad Valenciana en España, unos 22.000 kilómetros cuadrados) que se forma cada verano en el delta del río Mississippi o en la extensión de 1.600 kilómetros de plásticos en descomposición en el Pacífico Norte para darse cuenta de que esta política de la "dilución" ha contribuido a llevar al borde del colapso lo que tiempo atrás fue un ecosistema oceánico próspero.

El Convenio de Londres de 1972, ratificado en 1975 por España, fue el primer acuerdo internacional puesto en marcha para mejorar la protección del medio marioo e impulsó programas reguladores, prohibiendo el vertido de materiales peligrosos en el mar. No obstante, en 2006, entró en vigor un acuerdo actualizado, el Protocolo de Londres, que prohíbe más específicamente todos los residuos y materiales, salvo una breve lista de artículos, como los restos de materiales de dragado.

Muchos de estos contaminantes se acumulan en las profundiades del océano, donde son ingeridos por pequeños organismos marinos a través de los cuales se introducen en la cadena alimenticia global. También los grandes habitantes del océano sufren las consecuencias. Los científicos incluso han descubierto que los medicamentos que ingiere el ser humano y que no llegan a ser procesados completamente por su organismo terminan en el pescado, la sal o el marisco que se consume.

Diversas formas de contaminación

La contaminación marina engloba a muchos tipos que alteran el ecosistema marino, incluida la contaminación química, lumínica, acústica y plástica.

Acidificación de los oceános

Organismos marinos como los corales y los moluscos están bajo la amenaza de la acificación de los océanos. El mar aumenta su acidez ya que absorbe el 30% del dióxido de carbono que produce el ser humano. Este fenómeno limita la disponibilidad y calidad de los alimentos provenientes de los mares.

Cuando aumenta el nivel de acidez y disminuye la concentración de carbonatos, las condiciones ambientales se vuelven corrosivas para los organismos que utilizan carbonato cálcico para producir sus conchas y esqueletos y la energía gastasda para superar las condiciones de acidez cada ez mayor puede reducir la energía para otros procesos fisiológicos como la reproducción o el crecimiento.

Las técnicas nucleares e isotópicas son instrumentos eficaces para investigar la acidificación de los mares, estudiando y pronosticar sus efectos y apoyando las políticas que luchan contra este problema que contribuye al cambio climático.

Contaminación química

Se considera la introducción de contaminantes nocivos que llegan al océano, generalmente, procedentes de actividades humanas y entre los que están pesticidas, herbicidas, fertilizantes, detergentes, petróleo, productos químicos industrialaes y aguas residuales.

En muchas ocasiones los contaminantes oceánicos tienen su origen en fuentes de agua del interior, muy aleajados de las costas, tal y como son ríos, aguas subterráneas, etc.

Por ejemplo, los fertilizantes cargados de nutrientes que se aplican a las tierras de cultivo suelen acabar en los arroyos locales hasta depositarse en estuarios y bahías. Este exceso de nutrientes desencadena una proliferación masiva de algas qeu roban oxígeno al agua, dejando zonaas muertas en als que apenas pueden vivir organismos marinos.

La comunidad científica está empezando a comprender mejor cómo afectan a la fauna marina determiandos contaminantes que se filtran en el océano a partir de otros materiales. Los PFAS, una sustancia química incorporada a muchos productos domésticos, se acumulan en la sangre humana y los mamíferos. Incluso los productos farmaceúticcos ingeridos por los seres humanos, pero no totalmente procesados por nuestro organismo, acaban en las redes tróficas acuáticas.

Contaminación lumínica

Desde la invención de la bombilla, la luz se ha extendido por todo el planeta, llegando a casio todos los ecosistemas. Aunque a menudo se considera un problema terrestre, los científicos comienzan a entender cómo la luz artificial nocturna afecta a muchos organismos marinos.

La contaminación lumínica penetra bajo el agua, creando un mundo muy diferente para los peces que viven en arrecifes poco profundos cerca de entornos urbanos. La luz artificial altera las señales normales asociadas a los ritmos circadianos, a los que las especies han evolucionado para programar su migración, reproducción y alimentación y puede facilitar a los depredadores la búsqueda de presas más pequeñas.

Contaminación acústica

La contaminación no siempre es visible. En grandes masas de agua, las ondas sonoras pueden propagarse y disminuir a lo largo de kilómetros. La presencia cada vez mayor de sonidos fuertes y persistentes procedentes de buques, dispositivos sonar y plataformas petrolíferas perturba los ruidos naturales del medio marino.

Para muchos mamíferos marinos, como ballenas y delfines, la escasa visibilidad y las grandes distancias hacen que la comunicación subacuática no visual sea fundamental. Las ballenas dentadas utilizan la ecolocalizaión (emitir sonidos que se reflejan en las superficies) para ayudarles a "ver" en el océano. Los ruidos no naturales interrumpen la comunicación, perturbando los patrones de migración, comunicación, caza y reproducción de muchos animales marinos.

Contaminación por plástico

Un tiburón ballena nada junto a una bolsa de plástico en el golfo de Adén, cerca de Yemen. National Geographic
Un tiburón ballena nada junto a una bolsa de plástico en el golfo de Adén, cerca de Yemen. Fuente: National Geographic Creative

Se filtra en el océano a través de la escorrentía e incluso mediante vertidos intencionados. Ciertos plásticos se acumulan debido a que su tasa de degradación es lenta.

Según algunas estimaciones, habría nada menos que 5,25 billones de partículas de plástico, con un peso totald e 250.000 toneladas flotando en los océanos de todo el mundo. Como ejemplo, la cantidad de plástico en el océano Atlántico se ha triplicado desde la década de 1960 y la mancha de basura que flota en el Océano Pacífico, de casi 1,6 millones de kilómetros cuadrados (tres veces el tamaño de España) es un poderosa imagen de nuestro problema con el plástico.

Uno de los principales responsables son los plásticos de un solo uso que se vierten directa o indirectamente al océano.

Otro gran problema es que entre las miles de toneladas que flotan, están las micropartículas de plástico (partículas de menos de 5 mm). Estas proceden del desgaste y la desintegración de restos de plástico mayores, los gránulos empleados en la fabricación de plásticos, los aditivosos de los productos de limpieza y de higiene personal y la ropa sintética.

Estos plásticos y microplásticos son consumidos accidentalmente por muchos mamíferos marinos porque las bolsas de plástico, por ejemplo, se parecen a las medusas, alimento habitual de tortugas marinas, mientras que algunas aves marinas comen plástico porque libera una sustancia química que hace que huela como su alimento natural. Asimismo, las redes de pesca desechadas quedan a la deriva durante años, atrapando peces y mamíferos.

Los trozos de plástico se arremolinan en la columna de agua y llegan a las profundidades del océano. Los científicos han encontrado fibras de plástico en los corales del océano Atlántico y, lo que es más preocupante, han descubierto que los corales prefieren el plástico a la comida. Por si fuera poco, los mamíferos marinos moribundos que llegan a la costa también contienen plásticos en sus estómagos.

Gracias a los trazadores radiomarcados puede conocerse cómo llegan los contamintantes orgánicos a la micropartículas de plástico y cómo estos contaminantes pasan a los organismos marinos.

Asimismo, el estudio de archivos naturales como los testigos de material sedimentario, los corales y las conchas dan a conocer los casos de contaminación habidos en el pasado en los ecosistemas marinos tal y como se realiza en el laboratorio de Radiometría del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que utiliza, por ejemplo, la geocronología por plomo 210 y cesio 137 para reconstruir la historia de los cambios ambientales registrados. Este método contribuye a evaluar la tasa de acumulación de contaminación en los ecosistemas marinos y costeros.

¿Cómo se puede luchar?

Muchas leyes nacionales y acuerdos internacionales han establecido una prohibición explícita al vertido de materiales nocivos en el océano, aunque garantizar su cumplimiento sigue siendo un desafío y los esfuerzos aislados para restaurar estuarios y bahías han tenido cierto éxito, pero la contaminación queda atrapada en los sedimentos marinos y hace casi imposible una limpieza completa. No obstante, muchos contaminantes aún persisten en el medio ambiente y es difícil eliminarlos por completo. A menudo, no pueden descompornerse durante largos periodos de tiempo o aumentan su concentración a medida que ascienden en al red trófica. Como se cree, el plástico tarda cientos de años en descomponerse, su presencia representa una amenaza para el medio marino durante siglos.

La solución a los problemas generados por la contaminación comienza con un diagnóstico ambiental, mediante técnicas nucleares y convencionales, y la evaluación de medidas de mitigación y/o remediación que permitan proteger a los ecosistemas, lo que implica el monitoreo constante del estado del ambiente. Para ello, existen técnicas nucleares e isotópicas como el uso de isótopos (calcio-45, carbono-14, boro-11 o urani y torio), uso de rayos X, la espectrometría de fluorscencia de rayos X, la espectrometría de masas, etc. que son unas herramientas clave para luchar contra la contamiación marino - costera.

Asismismo, existen algunas opciones para luchar contra la contaminación como son fomentar el reciclaje y la reutilización que puede minimizar la contaminación por plásticos, atenuar las luces innecesarias por la noche que puedan limitar la contaminación lumínica o fomentar el uso responsable de los productos químicos mediante acciones políticas y de consumo puede proteger el medio ambiente en el fturo.

Hay que tener en cuenta que solos no lograremos que los océanos se degraden más ni combatieremos la contaminación marino - costera pero sí de forma conjunta con iniciativas como las llevadas a cabo por el Organismo Internancional de Energía Atómica (OIEA) o las redes de cooperación en ciencia y comunicación como la Red de Investigación de Estresores Marinos-Costeros en Latinoamérica y El Caribe (REMARCO) que emplea técnicas nucleares e isotópicas para el uso pacífico, el abordaje de problemas ambietales de los ecosistemas marino - costeros de la Latinoamérica y El Caribe en el que tratan temas como la acidez oceánica.

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