Técnicas nucleares en respuesta a emergencias marinas provocadas por las mareas negras

Los ecosistemas marinos y costeros desempeñan un papel fundamental en la salud del océano y del planeta, no obstante, se ven amenazados principalmente por los vertidos de petróleo que pueden ser devastadores tanto para estos ecosistemas como para las comunidades que dependen de ellos.

El principal desafío ante esta situación es tener la información y las herramientas para mitigar las repercusiones medioambientales, determinar el origen de los vertidos y evaluar si en los alimentos de origen marino hay contaminación por sustancias tóxicas.

Los crudos petrolíferos son mezclas complejas de hidrocarburos y otras sustancias que varían según su origen geográfico y la fuente que los produce. La complejidad de estas mezclas proporciona una "huella" identificativa que se puede utlilizar para rastrear el petróleo derramado en el medio marino hasta llegar a la fuente de contaminación, lo cual es esencial para la mitigación posterior al vertido.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en su Laboratorio para el Medioambiente Marino, con sede en Mónaco, ofrece técnicas nucleares e isotópicas para medir y rastrear con exactitud los vertidos de petróleo, de forma que los países puedan mititar sus daños y evaluar el riesgo para la salud humana.

Estas técnicas se basan en el uso de equipos de cromatografía de gases acoplados a espectrómetros de masas para determinar la composición química de las muestras de petróleo, es decir, su huella identificativa, de forma que puedan ayudar a las identificar las partes responsables y formular estrategias de monitorización a largo plazo.