La contaminación por plásticos es uno de los mayores problemas medioambientales de la actualidad y la tecnología nuclear puede ayudar a convertir los residuos plásticos en materias primas y, de esa manera, fomentar una economía circular más sostenible y con más aprovechamiento de las materias primas.
Reciclaje de plásticos tradicional
Por lo general, las operaciones de reciclaje de plásticos no utilizan radiación y, si bien son muy útiles, solo sirven para productos con requisitos técnicos menos exigentes, como por ejemplo sillas escolares.
Los residuos plásticos suelen ser plásticos mixtos, en su mayoría residuos domésticos como empaquetados de un solo uso. Al ser una mezcla de varios tipos de plásticos con distintas propiedades, son muy difíciles de reciclar.
Para reciclar plásticos mixtos, primero se limpian y trituran y después se mezclan en distintas proporciones (plásticos blandos y duros) junto con una base de aluminio para controlar la densidad del producto final. Esta mezcla se introduce en un extrusor, donde se funde y homogeneiza a una temperatura de entre 150 y 200 grados Celsius (lo suficientemente alta como para fundir el plástico, pero no tanto como para degradarlo). Así se limita la liberación de gases tóxicos.
Pero las propiedades de este producto final son limitadas y solo sirve para crear productos básicos.
Reciclaje de plásticos mixtos con radiación
Si el plástico reciclado tuviera mejores propiedades termomecánicas, es decir, más plasticidad, las posibilidades serían mucho mayores. Se abrirían una demanda y un mercado para el plástico reciclado por radiación a nivel industrial, lo que a la vez reduciría la demanda de plásticos vírgenes.
La radiación puede aumentar las propiedades termomecánicas de los plásticos mixtos reciclados. Esto genera un abanico de posibilidades de reutilización del plástico mucho más amplio y versátil.
En el Instituto de Investigación Nuclear de Filipinas (PNRI) de Davao, al sur del país, y con la ayuda del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), se ha puesto en marcha un programa especial de reciclaje de plásticos con técnicas de radiación nuclear.
Primero se introducen pequeñas bolitas de plástico en un contenedor. El contenedor se coloca en un dispositivo de irradiación pequeño con auto protección (a escala industrial se necesitarán dispositivos más grandes).
Las bolitas de plástico se irradian hasta recibir una dosis óptima predeterminada. Durante la irradiación los polímeros del plástico se vuelven más reactivos, lo que quiere decir que cuando el plástico se funda, se producirán cambios estructurales en los polímeros, y también será más fácil mezclar los diferentes componentes que se encuentran en los residuos.
Estas bolitas irradiadas se mezclan con el plástico mixto triturado y, a continuación, se realizan los mismos pasos de extrusión y fundición del plástico, solo que esta vez con el añadido de fibras naturales modificadas por la radiación.
Una vez homogeneizado y fundido, el plástico se introduce en agua fría para enfriarlo y, a continuación, se introduce en una máquina que lo corta en piezas muy pequeñas. El resultado es un plástico mucho más resistente que mantiene su rigidez y dureza originales.
Estas virutas de plástico están listas para una amplia variedad de usos, incluso productos de alto valor añadido como materiales de construcción y piezas mecánicas.
Una vez se haya adaptado esta tecnología a escala industrial, será de gran ayuda para fomentar una economía circular y mantener las playas y océanos.
En un futuro, la técnica se podrá implantar en muchos otros lugares para ayudar a cuidar el medio ambiente y reducir la contaminación por plásticos.