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Las cosas que usamos a diario, periódicos, botes de refresco, botellas de plástico, están fabricadas con materiales procedentes de la Tierra: los periódicos salen de los árboles; los botes de refresco, de los metales que extraemos de las minas; el plástico, del petróleo que se extrae también de la Tierra.
Nuestro planeta tiene una cantidad limitada de estos valiosos recursos naturales, pero nosotros seguimos tratándolos como si no valieran nada.
Por ejemplo:
La energía es una de las cosas más valiosas que hay en este planeta. Es lo que hace andar a los coches, lo que genera luz y calor, lo que hace que funcionen las fábricas, etc. Esta energía la sacamos de los recursos naturales de la Tierra, quemando carbón, petróleo o gas natural para generar electricidad.
Se consume mucha energía para extraer metales, para talar árboles o para sacar petróleo de las profundidades. Y también se gasta muchísima energía para transformar en las fábricas estas materias primas en productos.
Así pues, reciclar ahorra energía de dos formas: nos permite reutilizar materiales en lugar de gastar la energía que sería necesaria para sacarlos de la tierra continuamente, y al mismo tiempo permite que las fábricas consuman menos energía, ya que es más fácil convertir en productos nuevos los materiales reciclados que las materias primas.
Por ejemplo:
Fabricar productos con cualquier clase de material contamina. Por ejemplo, cuando las fábricas están funcionando la contaminación llega al aire a través de sus chimeneas. Los productos químicos empleados en la fabricación de papel o plástico pueden llegar a nuestros lagos y ríos.
Si queremos obtener nuevos productos, siempre se producirá algo de contaminación. Pero puede disminuir si empleamos materiales reciclados.
Por ejemplo:
Así pues, reciclar contribuye a mantener limpios el agua y el aire que respiramos.
Cuando abrimos agujeros para las fosas sépticas, o para extraer metales o petróleo; cuanto talamos árboles; cuando contaminamos nuestra agua o nuestro aire, también ponemos en peligro los lugares donde viven los animales, es decir, sus hábitats.
Reciclar significa cavar y perforar menos, talar y derribar menos... Significa menos destrucción de bosques, ríos y campos.
Parecerá gracioso, pero la basura es cara. Tenemos que pagar para que vengan con camiones a recogerla; tenemos que pagar para que construyan vertederos en los cuales enterrar la basura, y tenemos que pagar un salario a unas personas para que se ocupen de estos asuntos.
Si producimos menos basura, nuestras comunidades pueden ahorrar dinero, lo cual significa que ese dinero podría emplearse en otras cosas, por ejemplo construir campos de deporte, comprar libros para las bibliotecas o mejorar las instalaciones de los colegios.