Eunice Newton Foote, pionera en la investigación del efecto invernadero

Eunice Newton Foote

17 de julio de 1819, Goshen (Connecticut, Estados Unidos) - 30 de septiembre de 1888, Lenox (Massachussetts, Estados Unidos)

Estudió en el Seminario Femenino de Troy (más tarde renombrado como Escuela Emma Willard), donde aprendió los fundamentos básicos de química y biología.

Eunice no obtuvo ninguna titulación universitaria, vía prácticamente cerrada a las mujeres de aquella época. Sin embargo, su formación y pasión por la ciencia le permitieron dedicar gran parte de su tiempo a la experimentación. De hecho, llegó a publicar los dos primeros estudios de física firmados por una mujer en los Estados Unidos.

Hasta el año 2010 se había considerado al físico irlandés John Tyndall como el primero en descubrir, en 1859, que moléculas de gases como el dióxido de carbono, el metano y el vapor de agua (a lo que hoy llamamos Gases de Efecto Invernadero) que bloquean la radiación infrarroja. Se le consideraba el primer científico en predecir los impactos que provocarían en el clima pequeños cambios en la composición atmosférica. No obstante, el ya jubilado geólogo Raymond Sorenson, aficionado a coleccionar libros técnicos antiguos en su sótano de Oklahoma, encontró el primer trabajo de Eunice Newton Foote en un ejemplar de la edición de 1857 del anuario Annual Scientific Discovery, editado por el ingeniero David A. Wells. El trabajo de Foote, bajo el título Circunstancias que afectan al calor de los rayos del sol, había sido leído por Joseph Henry, en 1856, ante la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.

Ante este hallazgo, Sorenson supo de inmediato que había redescubierto a una gran figura olvidada por la historia de la ciencia y así lo hizo saber al mundo científico, en enero de 2011, a través de la revista online de geociencias Search and Discovery. “Está claro que Eunice Foote merece crédito por ser una innovadora en la cuestión del CO2 y su potencial impacto en el calentamiento del clima global”, escribió.

Podríamos concluir, por tanto, que Eunice fue una pionera en la investigación del efecto invernadero anticipándose tres años a los experimentos de John Tyndall.

En su experimentación, que prodríamos considerar ingenuamente casera, Foote utilizó cuatro termómetros, dos cilindros de vidrio y una bomba de vacío. Con ello, consiguió aislar los gases componentes de la atmósfera y los expuso a los rayos del sol, tanto a la luz solar directa como a la sombra. A la hora de medir el cambio de sus temperaturas, descubrió que el CO2 y el vapor de agua absorbían calor suficiente como para que esta absorción pudiera afectar al clima.  En esos momentos, lo que Foote describió y teorizó fue el calentamiento gradual de la atmósfera de la Tierra, es decir, lo que hoy llamamos efecto invernadero.

En 1858 realizó su última investigación documentada, una publicación sobre las propiedades eléctricas de los gases a distintas presiones y temperaturas, relacionándolo de nuevo con el comportamiento de la atmósfera.

En 1860 obtuvo una patente sobre el «llenado de suelas de botas y zapatos».

Foote falleció el 30 de septiembre de 1888 a la edad de 69 años. Su cuerpo descansa en el cementerio Green-Wood de Brooklyn, en Nueva York.

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