3 de marzo de 1917, en A el-Gharbiya (Egipto) – 5 de agosto de 1952, en California (Estados Unidos)
Su padre era un famoso activista político. Al morir su madre de cáncer, se trasladaron a El Cairo donde invirtió su dinero en un pequeño hotel. Debido a la insistencia de su padre, Moussa asistió en la escuela primaria Kaser Lo-Shok, una de las escuelas más antiguas del Cairo. Después de completar su educación primaria, se incorporó a la escuela el Banat El-Ashraf, que había sido edificada y era dirigida por el famoso político y activista Nabawya Moussa.
Continuó sus estudios en la Facultad de Ciencias de la Universidad de El Cairo y se licenció con honores en 1939 en radiología después de investigar los efectos de los rayos X en varios materiales. Con la ayuda del decano de la facultad, Dr. Moustafa Mousharafa, fue contratada como profesora, convirtiéndose en la primera mujer en un obtener un puesto docente en la universidad y un doctorado en radiación atómica.
La tecnología de los rayos X se atribuye al físico alemán Wilhelm Röntgen, quien estudió esta radiación electromagnética en particular y que fue rápidamente adoptada por los médicos para identificar extremidades fracturadas y otras dolencias; no obstante, la tecnología todavía estaba poco madura e incurría en numerosos costes. Además, su desarrollo tecnológico se había detenido a causa de la guerra. Al final de la guerra, había algunos problemas de esta tecnología que aún quedaban por resolver como eran: la necesidad de tiempos de exposición más cortos, procedimientos fluoroscópicos más fáciles, mejorar la flexibilidad de los haces de rayos X, disminuir la exposición del paciente y aumentar la movilidad. Por ello, Moussa, que estaba convencida en los beneficios de la energía nuclear: “Mi deseo es que el tratamiento nuclear contra el cáncer sea tan asequible y barato como la aspirina”, realizó una intensa investigación, formulando una histórica ecuación que ayudaría a romper los átomos de metales, como el cobre, de una forma económica. Logrando así un uso médico de la tecnología nuclear que fuese asequible para todo el mundo.
Sameera ayudó a organizar la Conferencia de la Energía Atómica para la Paz en Londres y promovió un llamamiento para establecer una conferencia internacional bajo el lema “Átomos para la Paz” que se realizó en Estados Unidos con el presidente Dwight Eisenhower al frente, donde fueron invitados muchos científicos prominentes del momento. Este movimiento buscaba ofrecer los aspectos positivos de la ciencia nuclear y lo demostró haciéndose voluntaria en varios hospitales para ayudar a tratar pacientes con cáncer.
Obtuvo una beca del Fulbright Atomic Program para ampliar sus conocimientos sobre equipos de investigación en la Universidad de California en Estados Unidos y como reconocimiento por ser pionera en investigación nuclear se le permitió visitar las instalaciones nucleares secretas del país. La visita levantó un gran revuelo en los círculos académicos y científicos de Estados Unidos puesto que Moussa era también la primera persona extranjera en hacer la visita a este tipo de instalaciones.
Rechazó varias ofertas que le requerían vivir en Estados Unidos así, como la ciudadanía americana, diciendo "Egipto, mi patria estimada, me está esperando".
Después de su primera visita a Estados Unidos tenía la intención de regresar a casa, sin embargo, le invitaron a realizar otro viaje. En el camino, el coche en que viajaba cayó desde una altura de unos 12 metros y falleció en el acto. Tenía 35 años.
Las circunstancias del accidente se consideraron sospechosas puesto que se demostró que la invitación era falsa y el conductor del vehículo saltó del mismo justo antes de que se precipitara y ya no se supo más de él.
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