Joseph Priestley, el polímata que descubrió el “aire desflogisticado”

13 de marzo de 1733, Birstall (Reino Unido) - 6 de febrero de 1804, Northumberland (Estados Unidos)

Joseph Priestley fue un científico, teólogo, clérigo disidente, filósofo, educador y teórico político que publicó más de 150 obras y es conocido como el creador del agua carbonatada.

Nació en una familia de de disidentes ingleses, es decir, protestantes que se habían separado de la Iglesia Anglicana, en este caso calvinistas, en Hacnkey, en Yorkshire del Oeste. Fue el primero de seis hijos que tras fallecer su madre, se fue a vivir con sus tíos que le proprocionaron una buena educación.

En 1749, Priestley enferma gravemente y recuperándose como devoto del calvinismo, pensó que una experiencia de conversión sería necesaria para sus salvación, aún así dudaba de que hubiese habido una por lo que esta angustia emocional lo llevó finalmente a cuestionarse su eduación teológica. Como resultado, los ancianos de la iglesia de su casa se negaron a aceptarlo como miembro de pleno derecho.

Para unirse al negocio familiar que tenía en Lisboa, estudió francés, italiano, alemán, caldeo y árabe.

En 1774, identificó un gas al que denominó en un primer momento “aire desflogisticado” que, en contacto con él, las velas ardían y brillaban más. Priestley creía que se trataba de aire al que se había retirado el flogisto.

El descubrimiento de este gas también se atribuyó al químico Carl Wilhelm Scheele al cual lo llamó “aire ígeno” y al químico, biólogo y economista Antoine-Laurent de Lavoisier que lo denominó “oxígeno” y refutó la teoría del flogisto en el siglo XVIII.

Lavoisier, conocido por sus estudios sobre la oxidación de los cuerpos o la ley de conservación de la masa, demostró que la combustión era fruto de una reacción química relativamente rápida y de carácter exotérmico. Los estudios de Lavoisier relevaron la teoría del flogisto a un lugar obsoleto dentro del mundo de la ciencia.

De cualquier manera, Priestley fue uno de los primeros científicos en aislar el oxígeno en forma gaseosa y el primero en reconocer su papel fundamental para los organismos vivos.

A lo largo de su vida, Priestley tuvo una considerable reputación científica por su invención del agua carbonatada, sus composiciones sobre la electricidad y su descubrimiento de múltiples "aires", siendo el más famoso el que ya comentado "aire desflogisticado". Sin embargo, la determinación a defender la teoría del flogisto y a rechazar lo que sería la revolución química, finalmente lo aisló de la comunidad científica.

La ciencia de Priestley estaba integrada a su teología y, constantente, trataba de fusionar el radionalismo ilustrado con el teísmo cristinado. En sus textos metafísicos, intentaba combinar el teísmo con el materialismo y el determinismo, un proyecto que se consideró audaz y original para su época. Creía que un entendimiento adecuado del mundo natural haría que los humanos progresaran y alcanzaran el Milenio Cristinao.

Priestley, quien creía firmemente en el libre y abierto intercambio de ideas, lo cual le llevó a desaprovechar la potencialidad comercial de muchos de sus descubrimientos, como el agua carbonatada.

Asimismo, abogó incansablemente por la tolerancia religiosa y reclamó la igualdad de derechos para los religiosos disidentes. Sus concepciones teológicas le hicieron fundar el Unitarismo en Inglaterra.

La controversia naturaleza de las publicaciones de Priestley, combinadas con su abierto apoyo a la independencia de los Estados Unidos primero y, posteriormetne, a la Revolución francesa, levantaron las sospechas del público y del gobierno, por lo que fue obligado a exiliarse en 1791, primero a Londres y luego a los Estados Unidos hasta su fallecimiento, después de que una multitud quemase su casa de Birmingham y la iglesia.

¿Qué es el flogisto?

El flogisto es la teoría científica de 1667, ya refutada, que buscaba dar una explicación al proceso de combustión y que fue postulada por el médico y alquimista/químico George Ernst Sthal a principios del siglo XVIII, basándose en los trabajos previos de su mentor Johann J. Becher.

Stahl suponía que el calor puede presentarse de dos formas distintas: libre y en combinación. Esta segunda forma es a la que él se refería como flogisto, que significa ‘inflamable’ en griego, y que es inherente a todos los cuerpos combustibles y, por lo tanto, la combustión sería el paso de esta forma de fuego combinado a la forma libre, donde se podría apreciar con los sentidos. Los restos resultantes son incapaces de volver a arder porque ya habrían gastado todo el flogisto del cuerpo. Por ejemplo, Stahl creía que el metal estaba compuesto de flogisto y cal y al provocar la combustión solo quedaba la cal; pero si se le añadía una sustancia que fuera rica en flogisto (como el carbón) se podía volver al estado original.

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