Friedrich Wilhelm "Fritz" Strassmann (Boppaard, 22 de febrero de 1902 - Maguncia, 22 de abril de 1980)
Estudió Física y Química en la Technical University de Hannover. En 1929, se doctoró y comenzó su fructífera carrera como docente e investigador.
En los comienzos de su carrera como investigador, Strassmann se ocupó de los elementos radiactivos empleados en geocronología (ciencia dedicada a la datación de rocas y fenómenos geológicos). Desarrolló un nuevo método de datación de rocas, basado en la descomposición del rubidio-87 radiactivo, que se convierte en estroncio-87 emitiendo una partícula beta. Strassmann demostró que el rubidio-87 es uno de los isótopos radiactivos más abundantes en la corteza terrestre (con una presencia de 33,6 partes por millón), y que su vida media es también la más larga (se estima en unos 47.000 millones de años). Así, según su método, se puede calcular la edad de las rocas analizando sus proporciones de rubidio y estroncio.
Poco después, se incorporó al prestigioso equipo de investigadores que trabajaba en el Instituto Kaiser Wilhelm de Berlín (Alemania), donde tuvo la oportunidad de trabajar junto con Otto Hahn y Lise Meitner. Juntos emprendieron una serie de experimentos consistentes en bombardear diversos elementos con neutrones. En la mayoría de las reacciones nucleares, los átomos pasan de una forma estable a una forma radiactiva o se transforman en átomos algo más pesados o algo más ligeros. Sin embargo, con el uranio, los resultados obtenidos fueron completamente diferentes. Por ejemplo, el cobre (elemento número 29 en la tabla periódica de los elementos) puede pasar de una forma estable a una forma radiactiva, o transformarse en cinc (elemento número 30) o en níquel (elemento número 28).
Durante la II Guerra Mundial, Otto Hahn y Fritz Strassmann continuaron trabajando en el campo de la física nuclear, centrándose en el estudio de los productos resultantes de la fisión del uranio, como son el bario y el kriptón. No obstante, contrarios a la política de Hitler, se negaron rotundamente a participar en un programa de fabricación de armamento nuclear. Hahn llegó a confesar a Strassmann que, si llegase a sospechar en algún momento que su trabajo había servido para que Hitler dispusiera de la bomba atómica, en ese mismo momento se quitaría la vida, sin dudarlo.
Sin embargo, lo que Strassmann y Hahn observaron (en aquel momento Meitner ya había abandonado Alemania a causa de la persecución antisemita), fue una transformación nuclear mucho más importante: la escisión de un átomo de uranio (elemento número 92), al ser bombardeado por un neutrón, en dos elementos de número atómico muy inferior, como son el criptón (elemento número 36) y el bario (elemento número 56). La reacción recibió el nombre de fisión en analogía con el proceso de fisión celular por el que una célula se divide en dos. El fenómeno sería explicado por la física alemana Lise Meitner y su sobrino Otto Frisch. Se había descubierto la fisión nuclear.
Una vez acabada la guerra, tanto Strassmann como Hahn recuperaron su status. Así Hahn pudo recoger el Premio Nobel que le había sido entregado en secreto en 1944, y Strassmann fue recompensado, en 1946, con la cátedra de Química inorgánica y nuclear de la Universidad de Maguncia, donde fundó y dirigió el Instituto de Química Inorgánica y Nuclear. Más adelante fue nombrado director del Instituto de Química Max Planck.
A lo largo de su vida, Fritz Strassmann ha recibido multitud de galardones como el sello de la ciudad de origen Boppard (1960), el prestigioso premio Enrico Fermi por sus contribuciones a la química nuclear y sus estudios experimentales extensos, que culminaron en el descubrimiento de la fisión, por parte del presidente Johnson de la Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos (1966), el nombramiento de ciudadano honorario de Maguncia (1972) y el premio póstumo de Justos entre las Naciones (1985). Asimismo, en 2001, se le puso su nombre a un asterioide.
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