¿Es posible reducir el 80% de los residuos radiactivos existentes? Carlo Rubbia responde que sí

17/06/2024
Categoría:

Carlo Rubbia, ganador del Premio Nobel de Física en 1984 por el descubrimiento de los bosones W y Z y director general del CERN, entre 1989 y 1993, puede revolucionar la fisión nuclear con un nuevo tipo de reactor que reduciría el 80% de los residuos radiactivos.

La gestión y almacenamiento de los residuos radiactivos han sido un argumento en contra para el uso de la tecnología nuclear por su radiactividad durante miles de años. Sin embargo, es curioso que la mayoría de la sociedad desconoce que, durante la operación de una central, solo se aprovecha el 5% del combustible que hay en el reactor y los residuos que se extraen aún disponen de una gran cantidad de energía que se podría aprovechar. Por este motivo, países como Finlandia, Suecia y España están apostando por construir almacenes geológicos profundos para poder almacenarlos como un recurso energético más.

Lo que propone Carlo Rubbia, y que intentará comercializar la empresa suiza Transmutex, es combinar un acelerador de partículas con un reactor nuclear subcrítico para poder usar un elemento ligeramente radiactivo como combustible de la fisión, es decir, utilizar el acelerador de partículas para transmutar el torio en un isótopo de uranio que pueda procesarse inmediatamente, sin producir plutonio ni otros residuos altamente radiactivos.

La tecnología de Transmutex fue revisada por Nagra, el organismo nacional suizo que gestiona los residuos nucleares, y confirmó que puede reducir en un 80% el volumen de éstos, así como el tiempo que son radiactivos de cientos de miles de años a 500 años.

Lo más interesante de la técnica de la transmutación es que podría aplicarse al 99% de los residuos nucleares ya existentes, lo que sería un impacto global en su gestión al tiempo que se minimizaría la proliferación de nuevos residuos.

En cuanto a la seguridad operativa, el acelerador de partículas permite una parada inmediata de la reacción de transmutación en dos milisegundos y el enfriamiento del plomo líquido que se utiliza en el reactor tiene la propiedad de autoenfriamiento en el caso de un mal funcionamiento.

Tanto el gobierno de Suiza como entidades privadas han dado un gran impulso a esta tecnología Transmutex. Sin embargo, tiene que sortear dos grandes obstáculos: por un lado, la oposición a la fisión nuclear de países como Alemania y España cerrando sus centrales nucleares y, por otro, el alto coste del proyecto en sí.