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Mario Eduardo Guido Báncora nació en la ciudad argentina de Rosario el 24 de septiembre de 1918.
Inició sus estudios en el Colegio Nacional Nº1 de Rosario obteniendo las calificaciones más altas de su promoción. Posteriormente estudió Ingeniería Civil en la Universidad del Litoral, tras lo cual consiguió una beca del Instituto Internacional de Educación para especializarse en Física Atómica en los Estados Unidos.
Báncora continuó en Estados Unidos gracias a la intervención del científico norteamericano Ernest Lawrence, ingresando en la Universidad de California como miembro del Berkeley Radation Laboratory para trabajar como investigador de guerra.
Dentro de sus investigaciones de física experimental, se encuentra el dispositivo de apertura automática de paracaídas del que la propia fuerza aérea norteamericana solicitó la patente.
Recibió la beca "Technical and Specialized Personnel Grant", del Departamento de Estado de los Estados Unidos, para visitar los laboratorios de Física de las más importantes universidades estadounidenses.
Cuando concluyeron sus investigaciones, recibió una gran cantidad de ofertas para trabajar en Estados Unidos, pero su deseo era volver a la Argentina, no sin antes tener la oportunidad de conocer a dos premios nobel como Glenn T. Seaborg y Albert Einstein.
Báncora ingresó, en 1946, en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario como profesor de Física. Además, tras su regreso a Rosario, se embarcó en un proyecto que muchos consideraron excesivamente ambicioso: la construcción del primer ciclotrón sudamericano. Así, la revista de la Universidad Nacional del Litoral Nº1 publicó la noticia de la construcción de un ciclotrón de 35cm de diámetro polar.
También organizó el Departamento de Física Atómica de la Universidad. Más tarde fue designado Director de la Comisión Nacional de Energía Atómica (de 1960 a 1969) y, en 1961, el premio nobel argentino Bernardo Houssay lo invitó a participar en el Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina).
En 1963 fue designado miembro de la Comisión Especial de la Alianza para el Progreso con el objetivo de promover el desarrollo de la ciencia, educación y cultura. Cuatro años más tarde fue convocado como profesor visitante en la República de Guatemala para planificar su programa global en Energía Nuclear.
Sus profundos conocimientos como docente y como investigador científico en el campo de la Física, lo llevaron a desempeñar puestos como el de Investigador ad-honorem del Instituto de Fisiografía de la UNL, Jefe de investigaciones del Instituto de Estabilidad de la UNL, Investigador en el Laboratorio de Investigaciones de YPF en Florencio Varela, Encargado técnico de Rayos X en el Instituto de Física de la UNLP, Miembro del Comité de Expertos en Física de la Dirección Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Director de la Escuela de Física de la Facultad, Director de Investigaciones y Laboratorios del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, Presidente del Comité de Centrales Nucleares de la Comisión Nacional de Energía Atómica, Director del Centro de Investigaciones Tecnológicas de la provincia de Santa Fe y miembro del grupo de expertos para la programación de centros regionales de energía nuclear en Latinoamérica, entre otros.
Báncora falleció en Rosario el 30 de julio de 2006, aquejado de Parkinson.