20 de octubre de 1919, en Ogden (Estados Unidos) – 25 de julio de 2008, en Provo (Estados Unidos)
Howard Tracy Hall estudió en la Universidad de Weber y en la Universidad de Utah, en donde obtuvo su licenciatura en 1942 y una maestría al año siguiente.
Durante dos años, fue alférez en la Armada de los Estados Unidos y regresó a la Universidad de Utah en 1946, donde fue el primer estudiante graduado de Henry Eyring, otro gran químico teórico, logrando su doctorado en Química Física en 1948.
Desde muy tierna infancia, siempre quiso trabajar para General Electric y solo dos meses después de doctorarse, comenzó a trabajar en el Laboratorio de Investigación que esta empresa tenía en Schenectady, Nueva York. Se unió al equipo “Project Superpressure”, dirigido por el ingeniero Anthony Nerad, con el objetivo de fabricar un diamante sintético.
Al igual que en muchas otras ocasiones, las circunstancias que rodearon la síntesis de Hall siempre han sido motivo de controversia. De lo que no hay duda es que fabricó diamantes sintéticos el 16 de diciembre de 1954 con un proceso reproducible, verificable y con testigos, utilizando una prensa de su propio diseño.
Según el relato de Hall, durante casi 4 años, este grupo de media docena de investigadores tuvo una sucesión de experimentos fallidos y la impaciencia, rivalidades y divisiones dentro del equipo aparecieron.
Él afirmó que su éxito se debió a su determinación por seguir su propio camino con un rediseño de la prensa empleando un anillo de unión en forma de rocas que ejercía, mediante dos pistones cónicos curvos, presión en cámara de muestras. Llamó “Pirata” a su primer diseño con acero que no funcionó, pero logró la financiación para utilizar un material más duro, Carboloy (carburo de tungsteno dispersado en cobalto y también conocido como Widia). Sin embargo, sus experimentos fueron “relegados” a utilizar una prensa pequeña, antigua, con fugas y de 400 toneladas en lugar de la prensa de 1.000 toneladas, más cara y nueva que utilizaban otros miembros del equipo. Por lo tanto, la composición del material de partida en la cámara de muestra, el catalizador para la reacción y la temperatura y presión requeridas no eran más que conjeturas.
Las condiciones de su experimento fueron:
- Sulfuro de hierro y una forma de carbón en polvo como material de partida
- Discos de tantalio para conducir la electricidad en la célula para su calentamiento
- Presión = 100.000 atmósferas
- Temperatura = 1.600°C
Llevó unos 38 minutos y al romper y abrir la muestra, los conjuntos de cristales octaédricos se encontraban en los discos de metal de tantalio que había actuado como catalizador. De esta forma se lograron los primeros diamantes sintéticos que, hoy en día, tienen multitud de aplicaciones industriales.
En 1955, Hall dejó General Electric para ser profesor titular de Química y director de investigación en la Universidad de Brigham Young y, tres años más tarde, inventó la prensa tetraédrica. Esta nueva máquina contribuyó a fundar dos empresas: Megadiamonds y International Novatek, para fabricar diamantes industriales y brocas.
El 1976, se ordenó como ministro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos en los Últimos Días donde sirvió 5 años. Más tarde, se trasladó a una misión de la iglesia en el sur de África con su esposa.
Murió en Provo (Utah), con 88 años, siete hijos, 35 nietos y 53 biznietos.