La segmentectomía por radiación (RS), es una opción de radioterapia mínimamente invasiva que usa el radioisótopo itrio-90 (Y90) para destruir tumores, ayuda a mejorar los resultados en el tratamiento del cáncer de hígado, según un trabajo realizado por expertos del departamento de Radiología de la Universidad Northwestern Feinberg (Estados Unidos), y que ha sido publicado en 'Radiology'.
En concreto, el isótopo está incrustado en pequeñas perlas que se administran a través de un catéter a un vaso sanguíneo en el hígado, las cuales viajan hasta el tumor y liberan su efecto radioactivo, conservando así "gran parte" del tejido sano circundante.
El nombre del procedimiento deriva del hecho de que los cirujanos dividen el hígado en varios segmentos. Usando un enfoque de imágenes llamado CT de haz cónico, los radiólogos intervencionistas obtienen una vista detallada de la vasculatura hepática y pueden enfocar la entrega del Y90 al segmento relevante. "Esto ha revolucionado nuestra capacidad de realizar inyecciones segmentarias aisladas en tumores muy pequeños, ahorrando la mayoría del tejido normal", ha dicho el autor principal del estudio y jefe de radiología intervencionista vascular en el Departamento de Radiología de la Universidad Northwestern Feinberg, Riad Salem. Para alcanzar esta conclusión, los cientí cos han estudiado los resultados a largo plazo en 70 pacientes con cáncer de hígado en etapa inicial que habían sido sometidos a RS entre 2003 y 2016. Analizaron las respuestas de los pacientes en función de dos conjuntos de criterios comúnmente utilizados.
Según un criterio, el 90 por ciento de los pacientes mostraron una respuesta positiva a la terapia, de los cuales el 59 por ciento mostró una respuesta completa. Con base en un segundo criterio, el 71 por ciento logró una respuesta positiva, de la cual el 16 por ciento logró una respuesta completa. En concreto, RS controló el tumor objetivo, disminuyó el tiempo hasta la progresión de la enfermedad y mejoró los resultados de supervivencia a tasas comparables a la ablación por radiofrecuencia, la cirugía y el trasplante para los pacientes con cáncer de hígado en etapa inicial.
Además, casi tres cuartas partes de los pacientes no tenían progresión del cáncer en el tumor objetivo cinco años después del tratamiento, la mediana de supervivencia global fue de 6,7 años, y las probabilidades de supervivencia a uno, tres y cinco años fueron del 98 por ciento, 66 por ciento y 57 por ciento, respectivamente. La probabilidad de supervivencia general a uno, tres y cinco años fue del 100 por ciento, 82 por ciento y 75 por ciento en pacientes con un tamaño tumoral inicial de tres centímetros o menos.
"RS se realiza de forma ambulatoria, es mínimamente invasivo y tiene un bajo perfil de toxicidad. Dada la potencia de la radiación, RS supera a la quimioembolización transarterial, otro procedimiento mínimamente invasivo en el que se inyectan
fármacos anticancerosos en la arteria principal del hígado bajo guía de imágenes y se desplazan a la microvasculatura del tumor", han zanjado los expertos.