Mediante este procedimiento se han operado mayoritariamente casos de cáncer de mama
Cirujanos del Hospital Clínic de Barcelona han operado ya a 12 pacientes con una técnica pionera para extirpar tumores mediante el uso de una «semilla» radiactiva, una cápsula de titanio que contiene yodo 125 y que guía al cirujano y le permite extraer el tumor sin lastimar los tejidos sanos.
El director médico del Clínic, Antoni Castell, ha explicado este martes que el centro es el primer hospital catalán en utilizar esta técnica, que está especialmente indicada para tumores de mama no palpables y detectables sólo con técnicas de diagnóstico por la imagen, aunque también se utiliza para otro tipo de cánceres.
La técnica consiste en introducir una «semilla» radiactiva en el tumor mediante una aguja, unos días antes de la operación y que se extraerá del cuerpo de la paciente cuando se extirpe el tumor. La cápsula de titanio, de 4 milímetros de longitud y 0,5 de diámetro, emite una señal radiactiva que guía a los cirujanos y les permite realizar las incisiones quirúrgicas en el punto más preciso y sin extirpar tejido sano, como puede suceder con las técnicas tradicionales.
Castells ha explicado que esta técnica «quiere mejorar los pronósticos de los tumores, pero también la calidad de vida de los pacientes con cirugías más conservadoras, menos complicadas y con mejores resultados estéticos». Mediante este procedimiento se han operado mayoritariamente casos de cáncer de mama, una patología que afecta cada año a 26.000 mujeres en España, informa Efe. La ginecóloga cirujana del Hospital Clínic Inmaculada Alonso ha explicado que mediante esta «semilla» radiactiva también se puede localizar y extraer ganglios linfáticos axilares afectados por metástasis para intentar evitar un vaciamiento completo de axila.
En estos casos, la técnica permite evitar o reducir las complicaciones y secuelas asociadas al vaciamiento completo de axila, como la pérdida de la movilidad del brazo o de la espalda, y se calcula que puede llegar a evitar el 40 % de las extirpaciones completas de los ganglios. Alonso ha explicado que este procedimiento guía a los cirujanos hasta el lugar donde se encuentra el tumor, ya que la mayoría de éstos no se pueden detectar simplemente con la palpación.
La cirujana ha reconocido que existen numerosas técnicas para abordar la extirpación de tumores y que «al final se trata de escoger cuál es la mejor opción para cada paciente». Por su parte, el especialista en Medicina Nuclear del Clínic, el doctor Sergi Vidal-Sicart, ha resaltado que la dosis radiactiva de las «semillas» que se implantan en el tumor está muy por debajo del límite tolerado de radiactividad y «no hay ningún tipo de peligro ni para los pacientes ni para los profesionales que las utilizan».
Finalmente, Vidal-Sicart también ha explicado que la legislación restringe el uso de las partículas radiactivas que contiene la «semilla», por lo que existe un protocolo para su uso y se necesita una autorización expresa para cada caso. Una de las doce pacientes que ha sido intervenida con esta técnica de un cáncer de mama, Isabel Sancho, ha explicado que se encuentra «muy bien» y que está «recuperando la movilidad del brazo» después de que se le haya extirpado algún ganglio. El Hospital Clínic ha calculado que el 55% de los tumores que detectan en el centro son no palpables, por lo que prevé que esta técnica será muy utilizada.