No solo existe el proyecto ITER. El reactor JET ha logrado grandes hitos en la fusión nuclear

23/05/2024
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La necesidad de desarrollar nuevos tipos de acero capaces de activarse mínimamente ante el impacto de neutrones de alta energía, la importancia de estabilizar el plasma, controlar las turbulencias, etc., son sólo algunos de los desafíos que deben superar los proyectos que investigan la fusión nuclear para que los primeros reactores comerciales de esta categoría puedan empezar a operar.

En este ámbito, el proyecto que más se conoce es el ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor). Un reactor experimental que, cuando se termine de construir en Cadarache (Francia), será el mayor de este tipo en el mundo. Según EUROfusion, consorcio formado por instituciones nacionales de investigación de la Unión Europea y Suiza y que financia el proyecto, esto ocurrirá antes de 2030.

En este reactor, los científicos confinan los núcleos de deuterio y tritio cargados utilizando un campo magnético. Lo que sucede es que, por muy potente que sea ese campo, cuando se producen las partículas adquieren energías muy variadas y algunas muy elevadas, por lo que si superan el límite de contención de energía de ese campo, pueden escarparse. El problema es que, si se escapan muchas partículas, se pierde mucha energía y no se puede sostener la reacción de fusión en el tiempo. En definitiva, lo que persiguen los científicos es que la energía que se escapa sea lo suficientemente pequeña para que no se produzca un nivel de energía decreciente dentro de la reacción.

Reactor JET (fusión nuclear)

Por este motivo, existen otros proyectos que estudian distintos aspectos relacionados con la fusión, como el JET (Joint European Torus), un reactor de fusión experimental, ubicado en Oxford (Inglaterra) y financiado también por EUROfusion. En este reactor se ha logrado solventar este problema, aunque durante poco tiempo, debido, principalmente, a su tamaño, ya que cuanto más grande (el JET mide 12 metros y el ITER tiene una altura de 20 metros), mejor se controlan las pequeñas variaciones de los campos magnéticos y aumenta la cantidad de plasma.

Se esperaba que, en 2023, tras 40 años de operación, tres campañas de pruebas con plasma ionizado que contiene núcleos de deuterio y tritio, la participación de más de 300 científicos y la adquisición de un conocimiento que tendrá un rol fundamental en la puesta a punto de reactores como el ITER, el JET se clausurase, pero ha sorprendido con un nuevo hito que se ha conocido ahora, logrando producir 69,26 megajulios de energía durante un pulso de 6 segundos y utilizando solo 0,21 miligramos de combustible (el mismo que utilizará el ITER).

El final del JET no ha supuesto que el ITER se quede solo en esta andadura, sino que son solo dos ejemplos de otros muchos proyectos como el JT-60 o el JT-60SA.