10 de febrero de 1836 – Fallece Madame Lavoisier, la “madre de la química moderna”

Con 13 años fue pedida en matrimonio por el Conde de Amerval, que la triplicaba en edad. Su padre, un abogado parlamentario y financiero intentó oponerse, pero fue amenazado con perder su empleo si rehusaba. Por lo que consultó con uno de sus colegas y amigo, Antoine Laurente Lavoisier, que tenía 28 años, era noble, abogado, economista y químico si estaba dispuesto a casarse con su hija. El aceptó y se casaron el 16 de diciembre de 1771.

El matrimonio Lavoisier se mudó en 1775 a París. Marie-Anne comenzó a interesarse por la química, a involucrarse en las investigaciones científicas de Antoine y a participar activamente en trabajo del laboratorio que el matrimonio había construido. Marie-Anne empezó a instruirse formalmente en el campo de la química con dos colegas de Antoine, Jean-Baptiste Bucquet y Philippe Gingembre.

Era costumbre ver al matrimonio Lavoisier pasar la mayor parte de su tiempo libre juntos en el laboratorio, trabajando en equipo. Marie-Anne asistía a su marido, anotando las observaciones, dibujando diagramas de sus diseños experimentales, algo que fue de gran utilidad para entender los métodos y resultados de Antoine y organizaba y editaba los informes.

Ambos rehicieron el campo de la química, que hasta ese momento estaba dominada por la idea del flogisto, proveniente de la alquímica, difundido por Georg Stahl. Se consideraba que era un elemento similar al fuego que se liberaba durante la combustión y este concepto fue usado para describir las propiedades aparentes de los cambios que la materia experimentaba cuando se quemaba. Marie-Anne dominaba inglés, latín y francés y realizó traducciones sobre varios trabajos relacionados con el flogisto. Quizás, su traducción más importante haya sido la de la publicación “Ensayo sobre el Flogisto” de Richard Kirwan, ya que a la vez Madame Lavoisier lo criticó, añadiendo notas al pie en las que puntualizaba los errores químicos del trabajo. Fueron sus traducciones y sus comentarios los que llevaron a Antoine a estar convencido que la hipótesis del flogisto era incorrecta y a orientar sus investigaciones hacia la combustión y el descubrimiento del oxígeno.

Marie-Anne mantuvo a lo largo de su vida el apellido Lavoisier, mostrando la devoción que le guardaba y recibió el apodo de “madre de la química moderna” porque estuvo directamente implicada en la creación y modelación de las ideas que separaban la alquimia de una ciencia moderna, racional y exacta.

Si quieres saber más sobre esta científica, haz clic en el siguiente enlace: Marie-Anne Lavoisier

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